Aunque muchas personas reportan beneficios significativos al usar microdosis de psilocibina, es importante recordar que sigue siendo una sustancia psicoactiva y no está exenta de riesgos. Aquí te compartimos algunas consideraciones clave para un uso seguro y consciente:
1. No es para todos
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Personas con antecedentes de trastornos psicóticos (como esquizofrenia o trastorno bipolar) no deberían usar psilocibina, ni siquiera en microdosis, ya que puede detonar síntomas o crisis.
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Si estás en tratamiento por ansiedad severa, depresión mayor o trauma no procesado, consulta con un terapeuta o guía con experiencia antes de comenzar.
2. Interacción con medicamentos
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La psilocibina puede interactuar con medicamentos, especialmente:
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Antidepresivos (ISRS, IMAO)
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Ansiolíticos
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Estabilizadores del estado de ánimo
Si tomas medicamentos psiquiátricos, consulta con un profesional de la salud antes de considerar la microdosificación.
3. Tolerancia y uso excesivo
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Aunque las microdosis no generan adicción física, el uso constante sin pausas puede generar tolerancia o dependencia psicológica.
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Respetar los protocolos (como el de Fadiman o Stamets) ayuda a mantener el equilibrio y la intención.
4. Efectos inesperados
Aunque es raro en microdosis, algunas personas pueden experimentar:
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Ansiedad leve o agitación
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Dolores de cabeza
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Hipersensibilidad emocional
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Náuseas (especialmente en infusión)
Si experimentas efectos negativos, reduce la dosis o suspende el uso por completo.
5. Legalidad
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En México, los hongos psilocibios están regulados por la Ley General de Salud y su posesión, uso o distribución puede considerarse ilegal, excepto con fines ceremoniales o científicos.
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Aunque hay un movimiento creciente hacia su despenalización, es importante que cada persona actúe con conciencia de su contexto legal y personal.
🌿 En resumen
La microdosificación puede ser una herramienta poderosa, pero no es una solución mágica. Como con cualquier práctica de bienestar, lo más importante es el autoconocimien